La técnica del glutamato monosódico
Últimamente pienso mucho en el glutamato monosódico. Podéis llamarme friqui. Es un aminoácido que se encuentra de forma natural en muchos alimentos (setas, tomates, leche materna). Su fórmula es C5H8NO4Na. De aspecto cristalino, como la sal, se disuelve fácilmente en agua. No es dulce, ni salado, ni agrio, ni amargo. Parece neutro, pero no lo es. La ciencia lo descubrió a principios del siglo XX. Los japoneses lo identifican con el gusto esencial ’umami’, algo así como ’sabroso’. La industria alimentaria de hoy en día lo utiliza porque estimula el cerebro, mandándole un mensaje de placer. Como todo en esta vida, su ingesta masiva provoca trastornos en la salud, pero en dosis ’normales’ no produce daños de consideración en el organismo. En farmacia, se ha empezado a utilizar para despertar el apetito a enfermos y ancianos. Me gusta el glutamato. Tanto que de mayor quiero ser como él: No alterar el orden natural de las cosas. Ser lo que soy. No modificar artificialmente mi sabor, pero sí potenciarlo. Dejar en los cerebros, sin que se den apenas cuenta, un poso intangible de felicidad. Este es el planteamiento, a desarrollar, de la técnica del glutamato monosódico.
4 comentarios
Marcos -
Lidia -
Marcos -
Lidia -
Y si eso es así, y comienzas a ser un 'glutamato monosódico humano' sólo podrás estan con la gente en 'pequeñas cantidades' para no ser nocivo para su salud.